sábado, 15 de diciembre de 2012

Retiro Comision Zonal Burzaco

La Comisión de la Zonal Burzaco realizo un retiro en Nuevo Schoenstatt, en Florencio Varela. Este santuario es el fruto de una larga búsqueda y de innumerables sacrificios de las primeras Hermanas de María en la Argentina. Ellas llegaron a nuestra patria en 1935 para atender a la Comunidad Católica de habla alemana de Villa Ballester, pero también para fundar aquí el Movimiento de Schoenstatt.
Después de mucho esfuerzo y trabajo de las Hermanas para juntar los fondos necesarios, y de acompañar todo el proceso con continua oración, el 21 de junio de 1951 compraron el terreno en Florencio Varela y allí se establecieron el mismo día. Al domingo siguiente rezaron por primera vez 1000 Avemarías en acción de gracias a la Santísima Virgen.
El 20 de enero de 1952 el Santuario fue bendecido por el Padre Kentenich, fundador de la Obra, quien había prometido a las Hermanas que vendría desde cualquier lugar del mundo a bendecirlo. En la homilía del día de su bendición, el Padre Kentenich describió este Santuario como “un signo de fe, de unidad, de lucha y de victoria”.
Y en este lugar “signo de fe”, 14 integrantes de la comisión zonal Burzaco, se reunieron para orar y meditar juntos sobre la FE.
Comenzó el retiro con un Vía Crucis por los jardines del santuario. En este acto de piedad, en este camino de oración, se buscó con, la meditación, recordar la pasión y muerte de Jesucristo en su camino al Calvario. Además les pedimos perdón en él por muchas veces nuestra falta de fe, de preocupación en los demás, por el desinterés de las cosas del Señor, entre otras cosas.
También durante el Vía Crucis, pedimos: “Te imploramos Jesús a que nos ayude a emprender con amor y mucha humildad este camino que, como comisión zonal, hoy comenzamos a tus pies”.
“Te pedimos a Jesús que nos acompañe en este trabajo evangélico dentro del Movimiento de Cursillos de Cristiandad, y que nos permita llevar tu palabra a todos los ambientes”.
Luego el diácono permanente Osvaldo Mulieri, nos hablo del Año de la Fe. Terminó diciendo que el papa Benedicto XVI nos invita a:
Una auténtica y renovada conversión al Señor, único Salvador del mundo. A comprometernos a favor de una nueva evangelización para redescubrir la alegría de creer y volver a encontrar el entusiasmo de comunicar la fe.
A suscitar en todo creyente la aspiración a confesar la fe con plenitud y renovada convicción, con confianza y esperanza.
Comprender de manera más profunda no sólo los contenidos de la fe sino, juntamente también con eso, el acto con el que decidimos de entregarnos totalmente y con plena libertad a Dios.
Este último objetivo es el que más recalca nuestro Papa Ratzinger. Le interesa subrayar la inseparabilidad del acto con el que se cree y de los contenidos a los que prestamos nuestro asentimiento:
El acto de fe sin contenidos nos conduce a la total subjetivación de la fe. Los contenidos, sin el asentimiento de la fe, instruyen nuestra mente, pero no nos unen a Dios ni son capaces de transformar nuestra vida, de convertirla al Dios vivo. Sólo si la profesión de fe desemboca en confesión del corazón podemos hablar de una fe madura, bien formada, capaz de producir frutos en los demás. Luego en los salones que tiene el santuario se realizó un almuerzo a la canasta, en un clima de alegría y camaradería.
Durante la tarde, el grupo analizó lo dicho por el diácono Mulieri sobre la FE. Se escucharon además dos cuentos sobre la FE.
Uno nos hablaba de un pequeño que preguntaba qué es la fe. Su Tío le respondió con una sonrisa. Y lo llevó a una playa cercana. Allí le entregó un chaleco salvavidas y las aletas.
El chico decía; “Yo no sé nadar”. “Lo sé dijo el tío. Póntelas y comienza a caminar de espaldas hacia el mar. Sentirás en un momento que tus pies no tocan tierra. Déjate ir y arrójate de espaldas. El chaleco te hará flotar”. “No tío no quiero”. “Hazlo. Estaré junto a ti. No temas”
El chico confió en su tío. Siguió entrando en el mar. Y flotó. Se sintió emocionado, ante la experiencia y feliz.
Camino a su casa, su tío le explicó:
“En esto consiste la fe en Dios: el mar representa la vida. Yo representé a Dios y el chaleco representa la fe. Cuando entres en el mar de la vida y sientas que la lógica no puede ayudarte a salir a flote, debes creer que el chaleco de la FE te salvará. Dios estará siempre cerca de ti, pero depende de que te atrevas a dar el primer paso de confiar en EL.
También se hicieron comentarios sobre la reunión que toda la Comisón Zonal tuvo con el Secretariado Diocesano, que preside Marcial Fernandez.
A la vez se conversó sobre el plan de trabajo de la zonal para el año 2013, de acuerdo a los lineamientos que dio el Secretariado y la Escuela Luego participamos de la misa del Santuario. Nos dijo el sacerdote que el Evangelio nos dice que debemos preparar el camino del Señor. Que las cosas están en orden a los hombres y los hombres en orden a Dios. Sin embargo muchas veces nos preocupan más las cosas que los hombres y dedicamos más tiempo y esfuerzo para conseguir cosas que mejorar a los hombres y su situación. Que debemos hacer el apostolado de la oreja, escuchar a los demás, ayudar, dar una caricia, un te quiero, una sonrisa. Debemos ser humildes y generosos con nuestro prójimo. Regresamos por los floridos jardines comentando que la homilía parecía dirigida especialmente a nosotros, a los fines de nuestro retiro.
Agradecemos al Señor y a la Virgen María por este día que nos permitió disfrutar entre hermanos que están trabajando en su Viña.

PURA y ABEL BUSTO