viernes, 30 de marzo de 2012

DOMINGO DE RAMOS

                                                                      
DOMINGO DE RAMOS
 



Procesión de ramos¿Qué sentido tiene? Un grave compromiso: sabemos (como Jesús) hacia dónde vamos: a la pasión, a morir y resucitar con Jesús... en nuestra vida de cada día.

A morir al “hombre viejo”, signado por el pecado, inclinado al mal, a marginar a Dios... Este hombre tiene que entregarse a Cristo de tal manera que deje clavada en cruz definitivamente su vida vieja de pecado y resucite a la vida nueva de la Pascua, al “hombre nuevo”, unido a Cristo, libre para amar a Dios y a los hermanos...


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+ Los cuatro Evangelios nos presentan 4 relatos de la Pasión, aparentemente muy semejantes. Pero, como no son una “crónica”, sino unos relatos que nos muestran los hechos y su significado, cada uno de los relatos tiene sus matices.

San Marcos, el evangelista que nos acompaña a lo largo de este año litúrgico se caracteriza en su Evangelio por mostrarnos el aspecto contrastante, paradójico, con “signos de contradicción” que tiene la vida del Señor.

En una lectura atenta esto aparece claramente. V.g.:

• Uno de sus íntimos , lo traiciona sin ninguna razón...

• Jesús aparece lleno de poder y autoridad: (“burro atado sobre el que nadie se ha sentado: tráiganlo”); y en general, su modo de encarar los preparativos pascuales.

•En la Cena, se instituye la Eucaristía. Pero antes, se anuncia la traición de Judas... y después, las negaciones de Pedro.

• En el huerto: Jesús sufre horriblemente: “me muero de tristeza”, mientras sus discípulos duermen. Pero llegado el momento, beso mediante, de ser tomado preso, Él mismo se adelanta y pone en claro que se entrega con plena libertad.
• En la farsa de juicio ante el Sanedrín, los jueces no buscan la verdad, sino argumentos para matarlo. Los falsos testigos no aciertan, se contradicen... Jesús guarda silencio... Sólo lo interrumpe para darles la “declaración” que sirve para sus fines. Y ante la proclamación de que Jesús es el Hijo de Dios Bendito, que vendrá gloriosamente sentado a la derecha del Padre, los hombres lo escupen y lo golpean, mientras el principal de sus discípulos - Pedro - lo niega.

• Ante Pilato, Jesús proclama que es verdadero Rey... Y entonces lo condenan a muerte y dejan en libertad a un asesino. Y al Rey de reyes y Señor de los señores, lo coronan... de espinas, le golpean la cabeza con una caña, y se burlan de Él.

• “El rey de los judíos”, dice el cartel, irónica burla para un crucificado como criminal.

• “Eloí, Eloí”... el grito de Jesús no es comprendido, ni siquiera en su sentido material... Y se le da vinagre para su sed.

• Los que deberían haberlo reconocido desde el principio le piden milagros: “bájate, y te creeremos”... Pero el centurión lo confiesa al verlo morir dando un fuerte grito.

Como podemos ver, en la Pasión según San Mc. el Hijo de Dios se manifiesta como tal en los dolores de su Pasión. Los hombres muestran ante Él todas sus miserias, y Cristo exige una fe total, sin pruebas ni milagros... Paradójicamente, el centurión se transforma en modelo para los cristianos: creyó cuando vió morir a Cristo, en actitud contrapuesta a los que exigían milagros, que se quedaron sin la fe.

Jesús es verdadero Dios y verdadero hombre. Si toda su vida fue un “signo de contradicción”, m´ss que nada lo fue su Pasión.

Y así será la vida de los cristianos, signos de contradicción para un mundo que pide pruebas espectaculares, placeres de todo tipo, poder para dominar y no para servir; dinero para amontonar y malgastar, en lugar de administrar con generosidad... viajes y bailes para Semana Santa, “feriados” egoístas, en lugar de días de oración, amor y conversión... Signos de contradicción con Cristo... pero para tener su misma vida divina...

Hagámonos fuertes con la fuerza de la Palabra de Cristo y el gesto de entrega en la Cruz, que debe ser siempre nuestro mayor y mejor argumento.Jesucristo entra a su Pasión para demostrar la pasión del Padre por los hombres, sus hijos... Entremos también nosotros con verdadera pasión a esta semana mayor del año...

+ Como María, contemplemos... adoremos... acompañemos... para reinar con Cristo en el cielo.
Amén.