miércoles, 2 de noviembre de 2011

2 de noviembre: Día de los Fieles Difuntos.
Al día siguiente de la fiesta de Todos los Santos, la Iglesia recuerda a todos los hombres que han llegado al término de su vida y pide por sus almas en el día de los Fieles Difuntos. Fundamenta esta tradición en dos creencias que tenemos los cristianos:
Todos formamos un solo cuerpo: el Cuerpo de Cristo, por lo que no podemos desentendernos de los miembros que ya nos han precedido en la muerte;
y resucitaremos un día de entre los muertos, del mismo modo que Cristo ha resucitado. La fe en la resurrección descansa en la fe en Dios que "no es un Dios de muertos sino de vivos" (Mc 12,27).
Recordémoslos llevándoles la flor de nuestra oración como así también ofrecer sufragios por los fieles difuntos del Purgatorio. Podemos ayudar mucho y de distintas maneras a las almas que se preparan para entrar en el Cielo y permanecen aún sin poder llegar al cielo.
La Santa Misa, que tiene un valor infinito, es lo más importante que tenemos para ofrecer por las almas del Purgatorio. También podemos ofrecer por ellas las indulgencias que ganamos en la tierra; nuestras oraciones, de modo especial el Santo Rosario; el trabajo, el dolor, las contrariedades, etc. Estos sufragios son la mejor manera de manifestar nuestro amor a los que nos han precedido.

Cristina Degrandi