domingo, 18 de septiembre de 2011

Clausura del Cursillo 29 de Gauleguaychu

Antes de iniciar un mini tour por Entre Ríos con Cristina y Eduardo Olivella; Pura y yo, vimos en la página del Movimiento de Lomas de Zamora, el pedido de oraciones para el cursillo 29 de la diócesis de Gualeguaychú, que envío la hermana Alicia Buet, que ahora están viviendo en Entre Ríos.
Y el domingo a la noche, decidimos corrernos hasta el centro de esa hermosa ciudad, e ir hasta la parroquia Santa Teresa para el recibimiento de las nuevas cursillistas.
Al llegar fuimos recibidos muy cordialmente por varias hermanas que estaban en la puerta y que hacían los “solaperos”. Ya en el salón nos saludó Carlos Buet (Alicia estaba en el equipo), a la vez que nos presentó a una gran cantidad de hermanos, muchos que con Carlos habían realizado el último cursillos de hombres.
Queremos destacar que hay hermanos que en el rodaje (la misma reuniones que en Lomas) hay hermanas/os que tienen que hacer más de 100 kilómetros de ida y otros tantos a la vuelta. Lo mismo para llevar a los ahijados/as.
Entre las hermanas que hicieron la hermosa experiencia del cursillo esa semana, había varias de más de 100 kilómetros de distancia, y eran esperadas por miembros de sus comunidades y sus esposos.
Cuando apagaron las luces, previo el rezo de un rosario, durante unos 5 minutos se hizo un silencio, que francamente, nos emocionó. La entrada de más de 25 hermanas nuevas, junto a su equipo, cantando “De Colores” y luego arrancando todos los concurrentes, me hizo, por su fervor, recordar cuando los Puma cantan el Himno Nacional.
Luego vinieron los testimonios y un cuarto día que dio una hermana, la presentación de todo el equipo y el final los dos sacerdotes.
Posteriormente pasamos al templo, donde previa bendición, se les entregó los cupos y la cruz.
En el salón nuevamente, se sirvió una “picada”, donde los cuatro pudimos compartir experiencias con distintos grupos, siempre acompañados por Alicia y Carlos Buet.
Ya los 4 hemos compartido clausuras en otras diócesis, pero esta nos quedó grabada muy gratamente en nuestros corazones.
Abel Busto